Mark


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La postergación infinita
2022

Videoperformance.
9´.


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Mark









           ︎


Una moneda comúnmente es usada para el intercambio de bienes por el valor asignado a un tipo cambio, como objeto para demostrar mediante un experimento alguna teoría científica, o también es regularmente vista como elemento para la realización simple y espontánea de un juego para niñxs y así representar una serie de conceptos relacionados con la dualidad, el azar, el destino, la sorpresa, la magia y la fortuna.
            Sin embargo, una moneda es un simple objeto minúsculo y circular, pero no por eso insignificante. En esta ocasión, una moneda es tirada al suelo registrando desde una cámara subjetiva su desplazamiento por el espacio de la Fundación Federico Jorge Klemm. Así, la trayectoria de la moneda lucha por finalizar su recorrido por un espiral imaginario que construye en forma de garabato, guiada por las fuerzas cetrípetas y de gravedad; dependiendo de la superficie y pese al empuje con la que es arrojada.
            Un espiral es el origen y es el fin, es además un símbolo primitivo que fue representado en épocas tempranas, incluso antes de la invención de la rueda y se podría pensar que el acceso al centro equivale a la consagración, al igual que un laberinto; que en el video La postergación infinita aparece representado en una de las caras de la moneda de 2 pesos que fue emitida en 1999 por el Banco Central de la República Argentina como conmemoración de los 100 años del nacimiento del escritor Jorge Luis Borges.
            Acá la acción registrada no busca transmitir ningún mensaje lineal, en cambio, genera una serie de pistas que intentan inquietar al espectador, repitiendo la misma acción sucesivamente como si se estuviera jugando con una suerte de azar. Sin embargo, un laberinto constituye una especie de trampa y la combinación del azar con elementos del orden, como los laberintos, desataría finalmente un verdadero caos, alegaría Borges.
           Como la intensión de un niñx que imagina a un amigx invisible para jugar, acá la obra se abre a múltiples lecturas que el registro pueda suscitar, ya sea el tiempo cíclico, la ley de causalidad, el mundo como un sueño o idea y la construcción de verdades que han dejado de ser absolutas para convertirse en simples mitos, maravillas o posibles intuiciones que nos permitan imaginar futuros previsibles.

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Mark